Un taller mecánico es un negocio que conlleva numerosos riesgos, por el uso de maquinaria pesada y herramientas de todo tipo. Por eso, resulta indispensable contar con un seguro que cubra ante los posibles siniestros que se pueden producir en sus instalaciones.
Clientes, proveedores, mecánicos, empleados de oficina… muchas son las personas que pisan en un momento dado un taller y que se exponen a cierto tipo de accidentes. Y aunque el negocio cuente con las correspondientes medidas de prevención y seguridad para evitar y mitigar situaciones peligrosas, muchas veces estas terminan por producirse, por lo que el empresario debe tener un seguro de Responsabilidad Civil (RC), que proteja su patrimonio ante los daños a terceras personas que se produzcan en sus instalaciones o alrededores.
¿Qué seguro debe tener un taller mecánico?
El seguro de un taller mecánico debe tener en cuenta la gran cantidad de riesgos a los que se ve expuesto, pues no se trata de un comercio al uso. Aunque se realiza un servicio de atención a los clientes, que no reviste excesiva peligrosidad, la actividad principal sí conlleva ciertas amenazas.
No obstante, en un taller se utilizan multitud de utensilios y maquinaria susceptibles de provocar un siniestro, desde un atropello al mover un vehículo de sitio hasta un incendio por una chispa al golpear con una herramienta mientras se está arreglando un motor.
Además, en un taller las averías y desperfectos en las maquinarias son frecuentes, tanto por el uso como por otros imprevistos como las subidas de tensión o cortocircuitos, por lo que el empresario debe velar por su perfecto mantenimiento y reparación, ya que un parón de la actividad afecta directamente a la cuenta de resultados.
Robos y atracos al taller, golpes con vehículos, inhalación de gases de combustión por parte de los trabajadores, vertidos de sustancias al entorno, rotura de tuberías y daños por agua o reclamaciones por un mal servicio son otros de los riesgos que, dada su frecuencia, resultan imprescindibles incluir en una buena póliza para un taller mecánico.
Por todo ello, lo más habitual es contar con un seguro Multirriesgos que incluya todas esas coberturas, en el que debe tener un papel principal la cobertura de Responsabilidad Civil, que garantiza la continuidad del negocio ante un percance que afecte a terceras personas.
¿Qué cubre el seguro de Responsabilidad Civil para un taller mecánico?
Como cualquier seguro de Responsabilidad Civil, el ligado a la actividad de un taller mecánico tiene el objetivo principal de resarcir ante posibles daños ocasionados a terceros durante el desarrollo de la actividad profesional en la que el negocio (trabajadores, instalaciones, etc.) tenga responsabilidad, como el resbalón de un proveedor por una sustancia que no se ha limpiado del suelo o la caída desde una estantería de una herramienta que golpee a un cliente.
Además, este seguro indemniza frente a determinados daños frecuentes ocasionados por pequeños accidentes en el vehículo que se está reparando, que está bajo la responsabilidad del taller hasta su devolución al cliente.
Se trata, en definitiva, de proteger el patrimonio del empresario ante posibles reclamaciones o demandas, toda vez que algunos siniestros que se producen en un taller mecánico pueden tener costosas consecuencias.
Responsabilidad Civil Medioambiental
Todas las actividades empresariales están sujetas a responsabilidad medioambiental, pero no en todo este tipo de riesgos son primordiales.
Sin embargo, la propia naturaleza de los talleres mecánicos, en los que se utilizan numerosas sustancias nocivas y corrosivas, hace que resulte muy recomendable que el seguro cuente con una garantía de Responsabilidad Civil por Contaminación Ambiental, de modo que si, de forma accidental, se produce algún vertido de estos productos en aguas o terrenos colindantes, la aseguradora se hace cargo de los daños ocasionados.
Responsabilidad Civil Post Trabajos
La RC de un taller mecánico también debería cubrir una situación más que habitual en este tipo de negocios centrados en las reparaciones de bienes: las reclamaciones por una mala prestación del servicio.
No obstante, las reparaciones de los automóviles en ocasiones son más complejas de lo que parece y no es infrecuente que un operario cometa algún error al hacerlas, del que no se percatan hasta que el vehículo ya se ha entregado y el dueño hace uso de él: un fallo en la reparación de un sistema de frenado puede provocar una colisión; colocar incorrectamente los segmentos en el pistón puede derivar en un mal barrido del aceite en el cilindro y gripar el motor; una unión eléctrica defectuosa es capaz de generar un cortocircuito en todo el sistema electrónico del coche…
De ahí la importancia de contar con una cobertura de RC que cubra los post trabajos.
Responsabilidad Civil Patronal
Una quemadura con un soldador, el aplastamiento de una mano con un elevador o las caídas por el derramamiento de líquidos son solo algunos de los accidentes más habituales a los que están sometidos los trabajadores de un taller mecánico.
Por eso, si tienes empleados a tu cargo es imprescindible que dispongas de una cobertura de RC Patronal, que te cubra ante sus reclamaciones por los daños personales causados por acción u omisión en un accidente laboral. Así, el seguro garantiza el pago de las indemnizaciones por los daños físicos ocasionados al afectado y, en caso de fallecimiento, a sus familiares directos.
Fuente: MARKEL
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